Amenhotep sucedió a su padre, Thutmose IV. Junto con la reina Tiy tuvo a su hijo, Ajenatón (Akenatón), que le sucedió en el trono. Parece ser que Amenhotep fue coronado siendo todavía un niño, probablemente a una edad entre los seis y los doce años. Fue debidamente regido en su infancia por su madre, la reina Mutemuia, y por un consejo de regencia.
En esta época cobraron suma importancia sus suegros, Yuya y Tuyu, quienes posiblemente podían haber sido sus tíos. Era tan grande el poder y la influencia que detentaba aquel matrimonio que incluso gozaron del honor de poder ser enterrados en el Valle de los Reyes.
El valle de los reyes!...(impresionante)
El reinado de Amenhotep III puede calificarse como el más próspero de toda la historia de Egipto, pues fue inmediatamente después de las gloriosas campañas asiáticas de Thutmose III y de Amenhotep II y justo antes de la crisis de Amarna, que tuvo como protagonista a su hijo Amenhotep IV, el futuro Ajenatón.
Comúnmente se ha pensado en Amenhotep III como un monarca algo incapaz, centrado en la tarea de edificar templos y tumbas, en hacer enormes cacerías y en buscar bellas mujeres tanto dentro como fuera del país para nutrir sus harenes. Según esta teoría, el monarca estaría manejado por una camarilla de gobierno encabezada por su propia mujer, la reina Tiy.
Supuesta momia y busto de la reyna Tiy
Amenhotep murió el año 39º de su reinado y fue enterrado en la tumba KV22 del Valle de los Reyes.
Su momia (en pésimo estado de conservación), se encontró cerca de la tumba de su abuelo Amenhotep II ya que los sacerdotes de la Dinastía XX la trasladaron allí para protegerla de saqueos y actos de vandalismo. Junto a él había otros grandes reyes e incluso se supone que la momia de Tiy.

Siempre se ha hablado de la posibilidad de una corregencia entre Amenhotep III y Amenhotep IV, y se han dado plazos de unos dos, nueve o incluso doce años, si es que tal situación llegó a existir.
Gracias a las cartas de Amarna, en especial a una recibida por Suppiluliuma, el rey hitita, que felicita cortésmente a Ajenatón por su subida al trono, parece ser que la corregencia entre padre e hijo tuvo que ser de dos años como máximo.
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