A pesar de que existe un consenso general en calificar a la Calavera de Cristal como todo un enigma arqueológico, su existencia ha quedado marginada a los ambientes relacionados con el misterio, ya que la comunidad arqueológica convencional hizo oídos sordos a este incómodo enigma.
Cuando Mitchell-Hedges encontró la calavera, aquel hallazgo sirvió al aventurero inglés para osar lanzarse a la arena pública, afirmando haber encontrado en Lubaantun los suficientes indicios arqueológicos como para afirmar que en Belice se asentó una cultura que poseía grandes conocimientos técnicos, y que podría muy bien ser la heredera intelectual del legendario continente hundido de la Atlántida.
Naturalmente anteriores alusiones directas a la Atlántida nunca habían sido bien vistas en ambientes académicos, asi que rápidamente la comunidad arqueológica científica consideró a Mitchell-Hedges y a sus hallazgos como carentes de interés científico.Pero, pese al desinterés del establecimiento científico, la calavera de cristal existía, y con el transcurrir del tiempo fue atrayendo la curiosidad de cada vez mayor número de estudiosos libres de prejuicios académicos.
Según el referido arqueólogo y aventurero inglés la Calavera habría tenido una utilidad mágica y ritual. Asi lo explicaba su hija Anna: "Los mayas nos decían que la utilizaban para provocar la muerte o para curar enfermedades. Por ejemplo, si un hechicero era demasiado viejo para realizar ceremonias, elegía a un hombre joven y se postraban ambos en el altar (del cráneo). Entonces un sacerdote realizaba una ceremonia y los conocimientosdel anciano pasaban al joven. A partir de entonces el anciano podía morir ya en paz, puesto que el joven se convertía en un hombre sabio...
Este cráneo de cristal tiene enormes poderes, incluso de predicción sobre acontecimientos futuros. Además de su intrínseco misterio histórico, era inevitable que una pieza tan sugerente estimulase la imaginación de todo el que la llegó a conocer, especulando con sus grandes poderes.Para el polémico y controvertido Feibert, los vacíos ojos del cráneo de cristal reproducían un fenómeno similar al de la Virgen de Guadalupe, mostrando en el vidrio de sus cuencas escenas que, según él, habrían quedado plasmadas en el cristal a través de los siglos.
Y lo cierto es que, algunos de quienes lo han observado fijamente, han creído percibir imágenes del pasado o del futuro. Como si de una gran bola de cristal se tratase, el "Cráneo del Destino" produciría percepciones hialoscópicas (hialoscopía es la técnica de adivinación que se basa en la utilización de espejos, superficies líquidas o bolas de cristal).
El mismo Mitchell-Hedges dijo tras el descubrimiento de la enigmática calavera de cristal: "Se han plasmado en ella todos los males del mundo". Dejando a un lado la discutible capacidad parapsíquica de la "Calavera de Cristal" la pregunta fundamental continúa sin responder: ¿quién la construyó?
Es conocido que las habilidades del arte y la orfebrería precolombina resultan sorprendentes. Las elaboradas piezas descubiertas en 1987 al norte de Perú, pertenecientes al tesoro de Sipán, o la extraordinaria máscara de jade del señor Pakal encontrada en el templo de Palenque son buenos ejemplos de la precisión técnica de los orfebres precolombinos. Sin embargo la perfección del pulido que presenta la calavera de cristal dista mucho de las piezas precolombinas más trabajadas.
La calavera de cristal está tallada sobre cristal de cuarzo, que en la escala de Mohs de dureza de minerales alcanza un valor de siete sobre diez. Con lo cual solo el diamante es capaz de cortarlo con precisión. Sin embargo, lo absolutamente incomprensible es que el "Cráneo del Destino" este construido en una sola pieza (exceptuando la mandíbula móvil) y a lo largo y ancho de toda su superficie no exista ni una sola marca o arañazo de herramienta alguna.
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